Nuestro presidente Javier Moreno con Jose Antonio París mostrando su diploma
Nuestro presidente Javier Moreno con Jose Antonio París mostrando su diploma

El día 10 de octubre fue en el que se rindió un homenaje a nuestro amigo José Antonio París con motivo de sus 25 años como socio en la Agrupación.

Un torneo por parejas fue la parte competitiva del acto y en la que dudábamos si eran 7,8,6, (tardamos un rato en ver cuántos éramos en realidad pues cada recuento daba una cifra distinta) siendo al final 7 parejas y media. Como esa media pareja no llegaba al mínimo de 2 personas para participar, hizo de árbitro con lo cual, todo apañado.

Con este preámbulo divertido y que presagiaba “que podía ir mal” con gente tan difícil de contar, comenzó el torneo que demostró que hay parejas que se llevan bien, y otras mal y que si se hubieran podido dar capones al partenaire que no “sintonizaba” con el otro miembro de la pareja, alguno habría salido descalabrado. Total, que se comportaron como parejas normales que llevan muchos años conviviendo, nada fuera de lo habitual.

La manera de emparejar a estos corazones solitarios fue la siguiente; el homenajeado podía elegir al que quisiera, y por una rara casualidad lo hizo en la persona del MI Javier Moreno. Las malas lenguas creen que no fue por su físico, pues había participantes que estaban más buenos/as que Javier, pero son conjeturas nada más.  Las otras 6 parejas formalizaron su relación por azar, como un tinder cualquiera

¿Y cómo terminó esto, os preguntaréis (o no) los que no estuvisteis?

pues de aquesta manera. Las dos únicas chicas, que enseguida la diosa Fortuna vio que si se podía sacar algo de provecho era con ellas, las emparejó y ganaron en la liga a una vuelta que se montó, a todas las demás parejas, esto es así. 

Pero aquí surgió el árbitro que casualmente hace esta crónica y arbitró que ganaban José Antonio París y Javier Moreno, comentó algo de un precedente en forma de ley Sálica, etc y así quedó la cosa. Raquel y Noemí campeonas morales (como España en muchas competiciones por equipos) y José Antonio y París campeones reales sin ir a los penaltis ni nada. París y Moreno recibieron la copa que finalmente se quedó con toda justicia (o no) París. Nótese que se emplea los apellidos de los campeones y no el nombre, porque que hubo que ponerse serios en el tema.

Después de esta sabia decisión, se procedió a la entrega del Diploma acreditativo de la condición de socio añejo a José Antonio, y autoimposición del pin de plata con el logo del club, ya que el nuevo Presi, todavía está con la “L” en la espalda a efectos de imponer cosas a la gente.

Como testigos de excepción en estos quehaceres, los padres, hermana y cuñado de José Antonio, que aplaudieron mucho y sacaron también muchas fotos.

¿Y cómo terminan en España los actos que valen la pena? Pues sí, hubo comilona en honor de José, en el Restaurante la Plaza. Desde las 14:25 a más de las 17:00  se charló, se río, se hicieron contactos, y se disfrutó de una buena comida en honor de nuestro amigo, que entra en la categoría de socio antiguo y por tanto a un nivel superior al del populacho que mayoritariamente puebla el club.

En definitiva un estupendo día para la Agrupación, y para los que compartimos todo lo que he relatado.

Eusebio Huerta Navarro.