Pues un día lluvioso, sitio nuevo para quedar para «ir todos juntitos» -Tío López dixit- cerca de los domicilios de los lopecianos y lejos del equivalente miguelangero. Un jugador llamado Jorge que se despista y va a la otra punta de Móstoles a esperar que le recojan (no lee con corrección los mensajes en los que se le convoca a las 2 de la mañana del domingo) y saliendo por tanto el equipo B más bien justito de tiempo para aparecer en Vallecas. Bueno también aprovechamos para despistarnos en el trayecto, seguramente Miguel Ángel quería comprobar que el camino más corto entre dos puntos es la línea sinusoidal con avenida llena de semáforos en rojo, pero es que el día de las rectas en el plano no fue a clase para ver que no es asiiinnn.
Pues este fario para el encuentro empieza a cambiar ya en las cercanías del local del rival porque: a) Encontramos aparcamiento a la primera b) los rivales son majetes y nos esperan sin dar al reloj c) José Antonio aparece con su hija que nos trae buena suerte cuando viene d) a raiz de una bella visión, surge una conversación machista sobre los jamones versus jamonas, ganando estas últimas, pero vayamos al ajedrez…